El ejercicio físico provoca efectos beneficiosos desde el punto de vista fisiológico, psicológico y social. A medida que nos hacemos mayores se producen modificaciones y alteraciones en nuestra situación física y psicológica. Estos cambios son progresivos, pero se ha demostrado, que el ritmo de degeneración se puede modificar con la actividad física.
El ejercicio puede ayudar a mantener o mejorar la condición física, el estado mental y los niveles de presión arterial, entre otros factores.
Con ejercicios aeróbicos adecuados, aunque estos se empiecen a una edad tardía, se puede incrementar de uno a dos años la esperanza de vida, la independencia funcional, y ayudar a prevenir enfermedades.
Por causa de la inactividad aparecen los riesgos de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes, la osteoporosis y la depresión.
Los sistemas que se benefician del ejercicio son el cardiovascular, el respiratorio y el inmunológico. Además se ven beneficiados a su vez: El metabolismo, los huesos, los músculos, los riñones y los receptores sensoriales.
Entre los beneficios físicos encontramos:
- Funciones: Hace funcionar mejor la circulación, respiración, digestión, sistema inmunológico y metabolismo.
- Niveles: Regula los niveles de triglicéridos, colesterol y glucosa en sangre.
- Resistencia: Disminuye tu frecuencia cardiaca, mejorando tu resistencia y condición física.
Está comprobado que el ejercicio también beneficia la salud mental y emocional, proporcionándote un gran bienestar:
- Disminuye el estrés: Reduce la ansiedad, la depresión y sus efectos como irritabilidad y mal humor, porque te hace liberar la tensión acumulada.
- Agudiza tu mente: Aumenta el flujo de oxígeno al cerebro, mejorando tu capacidad de aprendizaje, concentración, memoria y estado de alerta.
- Produce bienestar: Estimula la liberación de endorfinas, que son las hormonas que producen sensación de placer.
- Te entretiene: Te distrae de las preocupaciones, te brinda diversión y un estilo de vida saludable.
A medida que su salud emocional y la autoestima mejoran, sus relaciones sociales mejoran. Además, participar en un deporte o una clase de ejercicios aeróbicos le dará a conocer a nuevas personas que comparten un interés común. Conocer a otras personas puede ser el primer paso hacia el establecimiento de nuevas amistades y desarrollar una red de apoyo.
En la actualidad el ser humano tiene una expectativa de vida mucho mayor que en décadas pasadas y es verdad que a medida que envejecemos perdemos algunas de nuestras capacidades físicas, pero también es cierto que las personas que llevan una vida activa, ligada al ejercicio regular, pierden con menos rapidez cualidades físicas como fuerza, elasticidad, reacción de movimiento, funcionamiento cardiovascular y por tanto tienden a mantener una vida más sana.
Existe una serie de recomendaciones en relación al ejercicio como:
- Realizar ejercicios aeróbicos: Lo ideal sería caminar, andar, bailar, etc. durante 30 minutos, 5 días a la semana. El tipo de entrenamiento debe evitar las actividades de alto impacto.
- Realizar ejercicios de fuerza: Hacer pesas, cintas elásticas, etc. donde se trabajen los grandes grupos musculares. Unos 8-10 ejercicios de 8-12 repeticiones, 2 días a la semana no consecutivos. Se debería finalizar la sesión con estiramientos de los grupos musculares que hemos ejercitado.